Huele a garaje adolescente

Los primeros cuatro meses del año en curso fueron pródigos en lanzamientos discográficos de bandas importantes dentro del panorama del rock internacional. En febrero Radiohead sorprendió a todos (cuando no) con “King of limbs”. Ese mismo mes, Beady Eye, o lo que quedo de Oasis, demostró al mundo que hay vida después de Noel con “Different Gear, still peeding”. En marzo, REM regreso a su mejor forma con la edición de “Collapse into now” y los Strokes provocaron controversia con su “Angles”. Con abril llegó el turno de “Wasting light”, el esperado séptimo disco de los Foo Fighters.
Dave Grohl, cantante y líder de los Foo, había prometido que este sería el trabajo más pesado de la banda. Ni una “fucking” balada dijo. Para eso, convirtió el garaje de su casa en un estudio de grabación analógico a la vieja usanza. Descartó las actuales técnicas digitales, le encargo la producción a Butch Big (que hizo lo mismo con Nirvana en “Nevermind”), repatrió al guitarrista Pat Smear, y se embarco en la búsqueda de un sonido garajero.
¿El resultado? Sólo basta escuchar la demencial “White limo” para saber que el viejo y querido Dave cumplió con su palabra. Los Foo suenan agresivos, potentes y vitales, alineados por fuerza, melodía y el tono épico de algunas de las canciones con “The colour and the shape” el segundo, y para mi, mejor disco del grupo. “Dear Rosemary”, “Arlandria” (con esa introducción que suena tanto a Them Crooked Vultures) y “These days” son los puntos más altos de un disco que seguramente va a estar entre los mejores cuando llegue la hora del típico balance de fin de año.
Con “Wasting light”, Foo Fighters también le hace un guiño al pasado de Grohl tras los parches de Nirvana. A la producción de Butch Vig, y el regreso de Smear (era la segunda guitarra del trío de Seattle) a la formación estable, se suma la presencia de Kris Novoselic como músico invitado, tocando el bajo y el acordeón en “I should have known”, una canción que, sin nombrarlo, hace referencia al desaparecido Kurt Cobain.
Si bien el disco fue grabado a la antigua, la difusión del mismo cumplió con las nuevas pautas promocionales de la industria discográfica. La banda fue posteando el proceso de grabación en su cuenta de Twitter, colgó un adelanto (teaser) de 21 segundos en su web, y permitió la escucha del material completo por ese mismo vía. Además estrenaron en distintas salas de Estados Unidos, un documental, “Back & forth”, que recorre su historia.
Por último, el pasado 12 de abril, coincidiendo con el lanzamiento físico de “Wasting light”, los Fighters hicieron una presentación en vivo en el programa Live on Letterman, llevado a cabo en el Ed Sullivan Theater de New York. Con escenografía y vestuario al mejor estilo Beatle, la banda toco completo su nuevo trabajo y algunos de sus viejos éxitos, en un show que se pudo ver en todo el mundo a través del sitio de la cadena televisiva CBS. Más abajo podrán apreciar dos de los temas que la banda toco esa noche. Y a modo de cierre, el video de “White limo” con Lemmy de invitado. Porque es simplemente genial.
Ojala alguien traiga a los Foo Fighters. Es un deseo de los todos los que hacemos DISCOS PERFECTOS!

Foo Fighters - Dear Rosemary
Del disco "Wasting light"

Foo Fightres – Arlandria
Del disco “Wasting light”

Foo Fighters – White limo
Del disco "Wasting light"